Cuando una pareja o una mujer inicia el camino de la fecundación in vitro (FIV), lo hace con una mezcla de ilusión, esperanza y muchas veces, incertidumbre. Lo que quizá no imagina al principio del proceso, es que uno de los momentos más sensibles llegará después del tratamiento: el instante en que toca decidir qué hacer con los embriones que no han sido transferidos.
Estos embriones sobrantes –resultado de un ciclo exitoso de estimulación ovárica y fecundación– son más que un número en un laboratorio. Representan potenciales vidas, sueños congelados a la espera de una decisión consciente, ética y profundamente personal.
¿Por qué hay embriones sobrantes?
Gracias a los avances en tecnología y medicina reproductiva, hoy es posible obtener varios embriones de buena calidad en un solo ciclo de FIV. Sin embargo, la tendencia –y la recomendación médica actual en muchos países como España– es realizar una transferencia única (eSET) para reducir riesgos y priorizar embarazos saludables. Esto hace que los embriones no transferidos se conserven mediante criopreservación para su posible uso posterior.
¿Y ahora qué hacemos con ellos?
Aquí es donde surge una de las decisiones más delicadas de todo el proceso. ¿Utilizarlos en el futuro? ¿Donarlos? ¿Cederlos a la ciencia? ¿O permitir que terminen su ciclo de vida?
En España, la Ley 14/2006 de Reproducción Asistida contempla varias alternativas. Todas requieren el consentimiento informado de los pacientes y están reguladas para garantizar el respeto a la ética y la dignidad humana.
Opciones disponibles para los embriones congelados
🔹 Uso propio en el futuro
Una de las opciones más comunes es conservar los embriones para un segundo intento o para ampliar la familia más adelante. Es importante tener en cuenta que, para ello, deben cumplirse ciertos requisitos médicos y de edad.
🔹 Donación a otras parejas
Un acto profundamente generoso y anónimo. Donar embriones a otras personas que no pueden concebir con sus propios gametos es regalarles la posibilidad de formar una familia.
🔹 Donación para investigación
Algunos optan por contribuir al avance de la ciencia y la medicina, siempre bajo estrictas normas éticas. Esta alternativa puede suponer un gran paso para ayudar a otras personas en el futuro mediante nuevas terapias y descubrimientos.
🔹 Cese de la crioconservación (destrucción)
Es, sin duda, la decisión más difícil. Consiste en permitir que los embriones completen su ciclo vital sin ser utilizados. Esta opción también está regulada y debe ser elegida con plena consciencia.
Una decisión acompañada
Sabemos que ninguna de estas elecciones es fácil. Por eso, en REPROCopilot – Agente IA Experto en Infertilidad, ayudamos a las clínicas a gestionar esta complejidad con soluciones impulsadas por IA que humanizan la tecnología y acompañan al paciente:
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Porque detrás de cada embrión hay una historia que merece respeto, claridad y una guía empática para decidir.
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