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Un análisis profundo sobre las actitudes de los pacientes y cómo las clínicas pueden guiarlos con humanidad y precisión.

En el corazón de cada embrión criopreservado habita algo más que células: una historia, una esperanza, una decisión pendiente.

Durante el reciente workshop de ESHRE sobre “El destino de los embriones criopreservados supernumerarios”, celebrado en Alicante, la Dra. Giuliana Baccino nos invitó a ponernos “un minuto en sus zapatos”: los de una pareja que tras años de intentos y tratamientos de fertilidad, consigue el embarazo en su primer ciclo de FIV. El resultado: un bebé sano… y cinco embriones congelados que esperan una decisión.

Pero, ¿qué ocurre cuando el “éxito” deja preguntas sin responder?

📊 La magnitud del dilema: cifras que impactan

Según datos recientes, España cuenta con más de 777.000 embriones criopreservados, con un aumento del 310% en apenas nueve años. Más de 60.000 se consideran actualmente “abandonados” (Sociedad Española de Fertilidad, 2023). En países como EE.UU., se estima que hay entre 400.000 y 1,4 millones de embriones congelados. En Canadá, el único estudio relevante es de 2003 y ya entonces contabilizaba más de 15.000.

La acumulación es masiva. El espacio físico en clínicas empieza a escasear. Pero el verdadero límite no es logístico, es emocional y ético.

¿Qué sienten realmente los pacientes?

Muchas veces asumimos que los embriones congelados son una “reserva biológica” sin mayor carga emocional. Nada más lejos de la realidad.

La Dra. Baccino destaca que los pacientes desarrollan vínculos emocionales intensos con sus embriones. La toma de decisiones —ya sea conservarlos, donarlos a otras parejas, a la ciencia, destruirlos o simplemente no decidir— se convierte en un proceso doloroso, ambivalente y, a menudo, paralizante.

Hay culpa. Hay apego. Hay preguntas sin respuesta. Y, lo más importante: hay una falta de acompañamiento psicológico desde la primera consulta.

¿Qué falta en las clínicas?

Según la ponente, en la mayoría de los casos no se abordan temas cruciales desde el inicio:

  • ¿Cuántos hijos quiere realmente la pareja?

  • ¿Qué significan para ellos los embriones?

  • ¿Qué creencias culturales o religiosas influyen en su percepción?

  • ¿Se les ha explicado de forma clara las ventajas y desventajas de tener embriones congelados?

Y algo más: ¿está disponible un acompañamiento psicológico real y empático?

El rol de los profesionales y la tecnología

La decisión sobre el destino de un embrión no puede tomarse sin apoyo. Los profesionales de la fertilidad tienen un rol vital, no solo técnico, sino humano. Su lenguaje, su actitud y la información que brindan (o que omiten) puede determinar por completo la actitud del paciente ante sus embriones.

En ReproCopilot.ai entendemos esta realidad. Por eso, nuestras soluciones de criogestión no solo se enfocan en la trazabilidad, la automatización y la eficiencia. Nos comprometemos con una visión más profunda: apoyar a los equipos médicos a brindar una experiencia humana, empática y consciente.

¿Cómo podemos mejorar juntos?

✅ Incluir preguntas emocionales en las primeras entrevistas.
✅ Adaptar el acompañamiento según creencias personales.
✅ Ofrecer información clara sobre las implicaciones legales, éticas y prácticas.
✅ Introducir herramientas tecnológicas que acompañen sin reemplazar el factor humano.
✅ Estimular la reflexión temprana sobre el destino de los embriones.

El destino de un embrión congelado no se decide en el laboratorio. Se decide en el alma de quienes lo concibieron. Por eso, es crucial que clínicas, médicos, embriólogos, psicólogos y tecnología trabajen de forma integrada.

Desde ReproCopilot.ai, creemos en una fertilidad más consciente. Porque un embrión no es solo una muestra: es una posibilidad. Y toda posibilidad merece una decisión informada, acompañada y compasiva.

Felipe Tais
Por: Felipe Tais
May 20, 2025 5:04:10 AM
Sales Development Representative

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